La desafección democrática y la devaluación de los partidos políticos como moneda política: el creciente valor de los movimientos sociales como transmisores de mensajes y temas políticos en el incierto mundo del post electoralismo formal
Laura Villalba
Resumen
La crisis de la democracia es un fenómeno global. La democracia formal, que no tenga contenido de gobernanza y política pública, cuyo objetivo sea la buena gobernabilidad, es una farsa en la que los partidos usan las elecciones para legitimar gobiernos de la élite para su propio beneficio. Los ciudadanos están insatisfechos con el funcionamiento de la democracia y descontentos con los partidos políticos, porque los ven como una élite desconectada. La crisis de relevancia, legitimidad (o sea credibilidad y capacidad de ejercer justicia y equidad), no solo se sintió en las estructuras partidarias, fue un fenómeno que subvirtió a todas las instituciones sociales, con la posible excepción de la Iglesia. La desafección democrática tiene efectos negativos en la ciudadanía y poder político, condicionado por las actitudes como el desinterés, la desconfianza o el cinismo muy ligados a la gobernanza de un país.